Cuando hablamos de padres, que quieren que sus hijos hagan deporte, la primera pregunta que me surge, y traslado a los padres es: ¿Qué busco con que mi hijo haga deporte? Busco cumplir el objetivo de mi hijo….¿ o el mío propio ?

En numerosas ocasiones, las personas nos empeñamos en que las cosas sean como nosotros queremos o nos gustaría: insistimos a ese mejor amigo para que practique lo que a nosotros nos gusta, presionamos a los hermanos…y en el caso de los padres, con los hijos, este es un asunto muy común.

Muchos padres tienen esta creencia: «Mi hijo tiene que ser quien yo quiera, o cumplir lo que yo quiera »

Es aquí, cuando coartamos la capacidad de decisión del niño, y esto se arrastrará durante las siguientes etapas de la vida. Un niño, por menos edad que tenga respecto a los adultos, es una persona con capacidad de decisión, y con capacidad para elegir lo que le guste, ¿ por qué nos empeñamos en cortar alas?

Tanto, padres, como coachs, psicólogos deportivos, o profesores…. debemos dejar que el niño se involucre y participe en las decisiones, es muy importante hacer a una persona desde edades tempranas partícipe de sus actividades, y su propia vida. Con un lenguaje adecuado, una forma correcta de transmitir la información para cada edad, y caminando a su lado, generaremos unas creencias de valía, confianza, y motivación en los más pequeños.

¿ Qué ocurre cuando elegimos por el niño? ¿ Le damos todo hecho? ¿ Le presionamos para que haga lo que yo quiero, y no lo que él quiere? Generamos presión, dependencia, baja autoestima, poca confianza….

Todo esto, puede llevar a un padre a agobiarse con las expectativas de futuro de su hijo, es decir, lo que espero de él . Esto lleva a no ver el presente, ver lo que el niño es AHORA. Dichas expectativas que ponemos en el niño, no son ni nuestras en muchas ocasiones, si no que vienen marcadas por creencias limitadoras del exterior, o de la sociedad, que dictamina lo que es éxito y lo que no.

Precisamente este éxito , se asocia a títulos, a llegar a ser jefe…el en el deporte, a ganar…. es una creencia que nos limita porque sólo hace hincapié en el RESULTADO, como he dicho en más ocasiones, y repito muchas veces, y nos aleja del viaje, del camino, de ver y disfrutar la experiencia, y sobre todo, nos hace olvidar los valores que hay detrás de este camino: superación, esfuerzo, compromiso, sacrificio….

Por eso es importante enseñar al niño, y a nosotros mismos, la importancia de ese viaje, y no sólo del destino, focalizar en la experiencia, no sólo en el resultado, y mostrarles el esfuerzo, tanto del que llega el primero, como del que llega el último, ya que no tiene más valía el que llega el primero, si no el que nunca se rinde, y pese a las dificultades, sigue ahí con su mejor sonrisa y su perseverancia, al menos, así lo veo yo y son los valores que me gusta, y quiero transmitirte.

Hay que hacerles conscientes de sus limitaciones, pero también de sus virtudes, y así potenciarlas, con el objetivo de aprender del error, y muy importante: deja que tu hijo, o tu entorno, se equivoque, porque si no le dejas que se equivoque, ni le das la opción de elegir, no avanzará, y quien no se equivoca, no avanza, y por tanto, no aprende.

Focalízate y premia lo positivo, sin obviar lo negativo, céntrate en tu propio hijo, no en los demás, » a la cima se llega superándose a uno mismo» , nos resultados irán llegando. Quizá si los resultados tardan en llegar es que hemos planteado un objetivo muy elevado, no hay problema, baja el listón. Los objetivos tienen que ser objetivos, realistas, y alcanzables para cualquier persona.

Importantísimo la implicación de los padres en el deporte con sus hijos, sea cual sea la edad del hijo, no sólo hablo ya de edades tempranas. Sin la implicación de los padres, o tutores, no hay proyectos, por mucho que la escuela o el entrenador esté ahí.

Muestra amor y aceptación incondicional hacia él y lo que hace, pregunta cómo se ha sentido, en lugar sólo de qué ha aprendido, accede a la emoción y recuérdale lo que vale, que la recompensa y los resultados, llegan.

«Quiérelo pensando que no viene a realizarte a ti, si no realizarse a él, olvida tus planes y apoyalo a ser él mismo, permite que te enseñe»

 

«Tu Mente Es El Límite»

@Sandra_Polo9